jueves, 4 de noviembre de 2004

NOCHE, O LA SoRDIDA CIRCUNSTANCIA DE VIVIR

Cuatro personajes se despojan de la ropa ante nosotros sin el menor toque de erotismo, m?s bien de tristeza. En seguida comienzan a llenarnos los o?dos de frases, aparentemente inconexas, que nos describen su desolado abatimiento.

Noche (titulada originalmente Crave, es decir, ansia) es la segunda puesta del programa de estrenos ?pera Prima, con el que el Rinoceronte Enamorado da bautizo de fuego a dos de sus integrantes; anteriormente coment? en este espacio Cinema Verit?, el trabajo presentado por David Bear y toca en esta ocasi?n al trabajo inci?tico de Ed?n Coronado, quien opt? por una pieza harto complicada.

De entrada, debo se?alar que me toc? ver la obra bajo circunstancia especial, una falla el?ctrica en el Hospital de Cuauht?moc dej? sin luz al teatro del IMSS, por lo que la iluminaci?n se convirti? en un acto de ingenio por parte de los t?cnicos del teatro, que con un m?nimo de recursos proporcionaron la luz indispensable para que pudi?ramos disfrutar del espect?culo.

Esa an?cdota me lleva a la opini?n general de la obra. Me parece muy profesional por parte de la compa??a el haber aceptado dar la funci?n a?n y cuando se enfrentaran a esta falla con tal de complacer al p?blico, y de pasada demostrar que la iluminaci?n no resulta indispensable para que se de el hecho teatral. Pudimos ver entonces un trabajo puro de actuaci?n, al actor ante el p?blico sin el apoyo de los recursos t?cnicos que muchas veces desv?an la atenci?n del trabajo f?sico.

Y la pieza golpea, uno no puede quedarse como distante espectador ante la terrible miseria de los personajes, la mano del director nos lleva frente a ellos y nos deja abierta la opci?n de identificarnos, compadecernos o incluso hasta despreciarlos.

Bien por Ed?n Coronado, que ya en trabajos anteriores hab?a demostrado madera para desenvolverse como director, madera que confirma con este montaje basado en una pieza muy complicada de la dramaturga inglesa Sarah Kane (1971-1999), nihilista, violenta, inc?moda, pero con un tono po?tico irrefutablemente conmovedor.

A Sarah Kane se le ha identificado como parte de la corriente llamada In - yer ? face, tendencia teatral en la que autores j?venes exploraban en temas extremos, generada en Londres en los a?os 90. Su obra se limita a unas cuantas piezas, Blasted, Phaedra��s love, Cleansed, Crave, el gui?n para cortometraje Skin y 4:48 Psic?sis, pieza p?stuma escrita en sus ?ltimos meses de vida y publicada luego de su lamentable suicidio en febrero de 1999.


El texto se complica en raz?n de que no hay en este ning?n tipo de indicaci?n para los actores o el director, con lo que el montaje se convierte en un reto para ambos. Por sus caracter?sticas la pieza podr?a llegar a volverse densa, pero Ed?n y sus actores (Jes?s Coronado, Gabriela Betancourt, Isabel D?vila y Lisandro Cisneros) logran resolverla con una fluidez estupenda. Otro buen debut y el balance de las ?peras Primas del Rinoceronte es por completo positivo.

La temporada continuar? en noviembre los jueves, viernes y s?bados a las 20:30 en el Teatro del IMSS.

DE REFIL?N.
1. ��Oh cruel destino que nos das fines de semana de extrema sequ?a y de repente en un mismo d?a concentras muchas cosas buenas! Acongojado lamento por el hecho de que este s?bado est? plagado de excelentes opciones en el pa?s, nada m?s por destacar tres que sobresalen: a la una de la tarde, dentro del marco de la XIV Feria Internacional del Libro de Monterrey se da un encuentro de genios, Quino y Rius mano a mano y mono a mono, celebrando medio siglo de hacernos gozar con sus historietas. Por si fuera poco, moderar? este encuentro el tambi?n genial Trino. Por su lado, en nuestra humilde aunque bien intencionada Feria del Libro Infantil y Juvenil se presenta a las 12 del d?a en la plazoleta de Aranzazu Yucat?n A Go ? Go, rock del bueno para que sus ni?os dejen de o?r las aberraciones de Tatiana. Y para rematar, a las 8 de la noche en la explanada del Z?calo del D.F. se van a reunir tres mujeres de esas que dejan a uno con la boca abierta por su extraordinaria calidad, para deleitarnos con sus voces; nada m?s y nada menos que Eugenia Le?n, Omara Portuondo y Oumou Sangare.
2. El cartel del VII Festival de M?sica Antigua y Barroca me trae a la mente la etiqueta de alg?n jarabe, no recuerdo cual. Lo que si es cierto es que bien puede pasar a la historia por su fealdad.

martes, 26 de octubre de 2004

MEMORIA DE MIS LECTURAS FELICES

El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. A partir de aquí, comienza la melancólicamente bella historia de amor de un viejo periodista solitario que apenas en su novena década de vida va a conocer el amor real.

Memoria de mis putas tristes, la más reciente novela del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, está destinada sin duda a ser el acontecimiento editorial del año. Ya está disponible en las librerías potosinas, aunque la noticia no haya sido tan publicitada en un afán por darles madruguete a los piratas, quienes de cualquier manera encontraron la manera de sacarla a la calle. Por cierto, si usted ya compró un ejemplar pirata, le informo que se va a perder el final real del libro, ya que como medida de seguridad, el maestro Gabo lo cambió a última hora.

La novela es una pequeña maravilla, García Márquez demuestra de nuevo que no hay en su carrera literaria una sola obra que pueda considerarse menor. Con un ritmo pausado y el estilo hipnotizantemente cadencioso que lo caracteriza, la historia nos va atrapando con un cálido abrazo, como guiados por una luz brillante y hermosa que reconforta.

La maestría del autor nos lleva a maravillarnos con la historia del viejo periodista sin talento que no ha conocido el amor en su vida, a pesar de que en su cuenta personal hay una lista de 514 mujeres con las que ha compartido cama al menos una vez, y a todas las cuales les ha pagado puntualmente, aun cuando no se tratara de prostitutas.

El amor profesado por el senil aunque vigoroso caballero hacia la pequeña sin nombre, a la cual el mismo se refiere como Delgadita, es un acto de locura, de iluminación de dolor, alegría, en fin, de todas las virtudes y defectos que envuelven al amor. Es una historia con la misma pasión irredenta que la que Florentino Ariza siente por Fermina Daza en El amor en tiempos del cólera, el mismo amor imposibilitado por las circunstancias que sentía por Sierva María de Todos los Ángeles el joven cura destinado a exorcizarla en Del amor y otros demonios.

Y también es una novela en la que se pueden encontrar, como en todas sus obras, rastros de la propia biografía de García Márquez, lugares y personajes que le son comunes, y un homenaje al escritor japonés Yasunari Kawabata, quien también exploró en su obra historias de sexo melancólico.

Esta es la primera novela que publica el genial colombiano desde que hace 10 años salió a la luz Del amor y otros demonios, la espera fue larga, pero valió la pena. Ahora hay que esperar a que se concrete la publicación de “En agosto nos vemos”, título probable de su siguiente novela, o bien, dar tiempo a la segunda entrega de sus memorias, iniciada hace un par de años con Vivir para contarla.

La semana anterior hablaba de la suerte que tenemos de ser contemporáneos de algunos genios, e insisto, afortunados nosotros de vivir los mismos tiempos de este genio de dos milenios, una de las figuras más importantes del siglo XX que ha dicho con una humildad conmovedora que escribe sólo para que la gente lo quiera. Y no quiero sonar oportunista diciendo que Gabriel García Márquez es mi autor favorito. Pero lo es.

El primer acercamiento que tuve con sus obras fue más bien contrariado, recuerdo que de niño vi anunciado en el catálogo del Círculo de Lectores un libro llamado Cien años de soledad, título que me llamó poderosamente la atención, aunque cuando pedí que me lo compraran, mi padre me dijo que era mejor que esperara un tiempo para que lo entendiera mejor y pudiera disfrutarlo plenamente.

Años más tarde pude leerlo y –al igual que le pasó al propio Gabo cuando leyó La Metamorfosis, de Kafka- la experiencia fue una iluminación. En ese momento caí en cuenta que de mi pasión por las artes, ese extraordinario colombiano me hizo decidirme por explorar la literatura. A veces pienso en cuantas personas habrá influenciado como a mi, espero que a muchas.