jueves, 17 de noviembre de 2005

DON TAQUERO, CRÓNICAS DE NUESTRA REALIDAD

Dentro del bestiario mexicano, el taquero debe ocupar un lugar preponderante. Probablemente sea uno de los trabajos más complejos; porque cualquiera puede tomar una tortilla, rellenarla de algún tipo de carne o guiso y rematarla con cebolla amarillenta, cilantro pachicho y una salsa de dudosa composición, pero pocos son los que conocen el secreto de convertir esa fórmula en algo memorable para el paladar.
José Trinidad Camacho, mejor conocido como Trino, destacado monero, estoico atlista y sociólogo de la garnacha, ahonda en una de sus más recientes publicaciones en las anécdotas que cotidianamente tiene pasar Don Taquero, famoso personaje de su autoría que ganó fama menester a la misteriosa composición de sus productos e insana proclividad a los perros.
Las creaciones del monero jalisciense se han vuelto una de las mejores expresiones de humor contemporáneas por la mezcla de aguda inteligencia, extraordinaria capacidad de síntesis y malsana guarrez como aderezo principal que lo distinguen características que lo colocan como un punto y aparte en el panorama de la historieta mexicana.
Como una pequeña guía, a través de este libro podemos aprender cosas como la composición de los tacos ecológicos, que no se deben pedir tacos con el paladar puesto, de que manera se ve más elegante comer un taco y hasta las reglas básicas de este arte, de las cuales transcribo la tercera:

3) Es imprescindible contar con el siguiente equipo para ser taquero con denominación de origen: 3.1. EQUIPO BÁSICO:
Carro rodante de llanta ancha pintado y repintado de blanco.
Muchos platos de colores, forrados con bolsa de plástico.
Uña larga no aseada para condimentar.
Platito con limones oreados y más llenos de semillas que los limones comunes.
Pequeña televisión portátil y con defecto técnico.
Caballito tequilero con palillos.
Mandil y sombrerito a juego que una vez fueron de color blanco.
Una bolsita "nayla" (o sea, de plástico) con agua colgada de una esquina, para espantar las moscas.
Un cuchillo grandote y un pedazo de tronco para picar.

Disfrutable como pocas cosas en el mercado editorial actual podrían resultar, las de Trino son de las infaltables en cualquier biblioteca (publica y privada) que se respete, por lo cual desde este blog hago un llamado a la SEP y la CONALITEG para que de inmediato se incluyan las obras completas de Trino en la lista de libros básicos. He dicho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi queridoOtto la denominaciónd eorigen para el taquero será NOM 00 algo, no, digo, 100% mexicano. juar juar
Por la casa hy unos de "suaperro" que están de lujo.
Cámaras
K-la