El
fin de semana pasado se llevó a cabo en San Luis Potosí, capital, el evento
denominado Encuentro de Cultura cultura + participación = desarrollo, en el que
se presentaron conferencias magistrales, paneles y talleres que convocaron a
promotores de varios estados de la República. Varias reflexiones quedan en
torno a ello.
En
primera instancia el ¿para qué? Se contesta solo. En la apertura el Secretario
de Cultura hizo una pausa durante su propio discurso inaugural para decir sobre
el mismo “este párrafo es muy pesado”. Pues precisamente para eso debe servir,
para ver si en una primera instancia los propios funcionarios de la cultura en
el estado se sensibilizan, asimilan y comprenden las dinámicas y teorías
actuales, así como el proceso de la nación en el contexto globalizado, es
urgente que se preparen en eso y dicha frase lo demuestra, si así es la cabeza
imaginemos cómo sigue hacia abajo. Desafortunadamente fue notable la ausencia
de burócratas en el evento salvo en la pasarela de la inauguración, donde
estaban todos. Bueno, hay que ser justos, a varios se les vio nuevamente en
otros momentos, las comilonas y fiestas con los invitados, por ejemplo.
Enseguida
viene una decepción anticipada. La participación de la comunidad artística
local fue mínima, salvo los mismos comprometidos de siempre. Ya es costumbre
pero hay que recalcar el hecho de que viven quejándose de desatención y cuando
se da una oportunidad como ésta la dejan pasar de plano. Podrán alegar que era
poco atractivo, innecesario y lo que se les venga en mente pero el resultado en
al menos un sentido resultó positivo: la posibilidad de intercambio con
promotores y artistas de otras regiones del país, con quienes se compararon
experiencias y carencias, lo extra a las actividades programadas, lo que da
vida a todo encuentro o congreso pues.
Y
ya que hablamos de organización hay que señalar que aunque errática salió bien
librada; no se puede cuestionar la calidad de los ponentes y talleristas, sí el
evidente desorden detrás de sus presentaciones y el hecho de que hubo una total
desconexión entre lo que se planteó de origen que era el propósito y el
resultado final. La presentación rezaba “El encuentro busca propiciar la
reflexión, interacción, y retroalimentación sobre la política cultural y sus
líneas de trabajo…” y sin embargo el mismo esquema no se prestaba para
interacción, menos aún para la retroalimentación.
En
otro momento dice que el encuentro serviría para “Establecer mecanismos de
evaluación y fortalecer nuevas formas de coordinación y comunicación para la
promoción y difusión de los bienes y
servicios culturales”, cosa que no sé cómo habrían de hacer toda vez que como
indiqué anteriormente la presencia de funcionarios fue mínima. En lo particular
estuve en el taller del maestro Eduardo Cruz, El papel de la cultura en el desarrollo económico local, al cual se
inscribieron varios funcionarios, muy adecuado, el tema es relevante. En
determinado momento comenzamos a estudiar el modelo del Plan Sectorial de
Cultura 2011-2016 de Oaxaca, documento de avanzada que podría servir de base
para plantear una política cultural efectiva para San Luis… pero resulta que
los funcionarios ya se habían ido a esa hora.
Hablando
de política cultural, el maestro Gilberto Giménez se congratuló de encontrar
una tan “vigorosa” en el Estado, y ahí no tengo más sino que aplaudir a los
funcionarios que durante su estancia lo pasearon y convencieron de tal
espejismo, o a lo mejor es que me faltan iguales apapachos para comprenderlo.
En
resumen debo decir que el evento salió bien, destacando que tal cosa fue más
producto de la serendipia, no obstante espero que la inercia del acierto lleve
a los involucrados y en particular a su impulsor (que no fue el titular, por
cierto) a pensar con una verdadera visión autocrítica y progresista las
limitantes y alcances que se tuvo a fin de que la próxima edición ya anunciada
esté sustentada sobre bases sólidas, que buena falta nos hace.
P.D.1
No he visto a la comunidad artística pronunciarse sobre la agresión que sufrió
por parte de policías estatales y municipales el actor Gerardo Rivera, también
dice mucho esa falta de solidaridad.
P.D.2
Dicen las malas lenguas que los trabajadores del Centro de las Artes andaban
tal como en la película Calzonzin
Inspector por la desorganizada Reunión de Seguridad de la Región Noreste,
que sólo les faltó ensayar la de Aventurera.
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